Como bien es sabido el ojo es el último receptor de la visión que percibimos. Para su adecuado funcionamiento es necesario que funcionen de forma correcta diversas estructuras neurológicas que van desde el cerebro hasta los nervios periféricos y pares craneales que permiten la correcta transmisión de la información visual (canalizada por el nervio óptico), así como un movimiento ocular y de párpados correcto (nervios oculomotores).
Algunas patologías neurológicas pueden afectar el correcto funcionamiento de algunas de estas estructuras. Y desde esta unidad trabajamos en darle respuesta a esto.